La mitad de la población mundial habita en zonas urbanas donde se expone de manera progresiva a concentraciones cada vez mayores de contaminantes atmosféricos (mezcla de partículas en suspensión y gases generados por las actividades industriales, vehículos o centrales termoeléctricas, combustión de biomasa y combustibles fósiles) que alcanzan con facilidad la superficie pulmonar al encontrarse ésta en contacto directo con el medio externo.
Sobre el asma, la contaminación causa un doble efecto.
Primeramente aumenta la tasa de exacerbaciones y, por tanto, incrementa el uso de recursos sanitarios. Por otro lado, aumenta la prevalencia, como ocurre en China, donde un crecimiento industrial exponencial está causando una exposición elevada a contaminantes en amplios porcentajes de la población.
La exposición a la contaminación atmosférica incrementa el estrés oxidativo en las vías aéreas que conduce a un aumento de la inflamación y remodelado que en individuos genéticamente predispuestos puede hacer que se manifieste clínicamente el asma. Un factor precipitante puede ser la atopia, contribuyendo la contaminación atmosférica a elevar, tanto el riesgo de sensibilización, como la respuesta a los alérgenos inhalados en los individuos con asma.
En cuanto a la exposición a los contaminantes, podemos distinguir entre exposición aguda o crónica.
El ejemplo más claro de exposición aguda la encontramos frente a los contaminantes del tráfico rodado, en el que predominan los vehículos diésel, provocando una disminución de la función pulmonar y un incremento de la inflamación, desencadenando síntomas de asma.
Por otro lado también podemos encontrar una exposición mantenida en el tiempo a diferentes contaminantes, que se asocia con un aumento de la incidencia, de la prevalencia y de los síntomas de asma. Especialmente crítica es la distancia a la que se vive de una carretera que soporta tráfico denso: vivir a menos de 50 metros de un lugar así, incrementa la probabilidad de padecer asma, rinitis o sensibilización alérgica al polen.
Por último las recomendaciones clínicas relacionadas con el tratamiento del asma y la contaminación serían:
El Dr. Luis Miguel Entrenas es especialista en neumología del
Hospital Universitario reina Sofía (Córdoba)