El tratamiento farmacológico de la EPOC
El objetivo del tratamiento de la EPOC es controlar los síntomas que afectan a las actividades y calidad de vida diaria de los pacientes.
Para ello, existen varios medicamentos eficaces que consiguen:
- Reducir los síntomas.
- Disminuir la frecuencia con la que aparecen las exacerbaciones.
- Mejorar en general la salud del paciente, permitiéndole llevar una vida normal en la medida de lo posible.
Los diferentes tipos de tratamientos
Existen varios tipos de tratamientos, con diferentes formas de actuar sobre la enfermedad:
Los broncodilatadores
Dilatan los bronquios para que pueda entrar más aire a los pulmones. Hay varios tipos de fármacos: agonistas beta 2, anticolinérgicos, metilxantinas, etc., que se pueden combinar entre sí si se necesita mayor eficacia. Normalmente se aplican con dispositivos para inhalación a través de la boca.
Los antiinflamatorios
Son los corticosteroides. Reducen la inflamación de la mucosa que recubre los bronquios. Se administran normalmente inhalados y se pueden combinar con los broncocodilatadores.
Los mucolíticos
Son los corticosteroides. solo se usan en algunos pacientes que tengan mucosidad.
Las vacunas
Son importantes las vacunas frente a la gripe el neumococo en pacientes con EPOC porque reduce la gravedad.
Los antibióticos
Solo se recomiendan en el caso de que haya infección de las vías respiratorias, no como un tratamiento habitual.
Los narcóticos
Solo se usan en pacientes muy graves, cuando la dificultad para respirar es muy grande (disnea).
Según el tipo de EPOC que presente el paciente y la gravedad en el momento del diagnóstico, el médico decidirá qué tratamiento es el más adecuado. Es importante acudir a revisiones periódicas, donde se medirá la evolución de la enfermedad para valorar si el tratamiento está funcionando adecuadamente o si es necesario adaptarlo a las necesidades del paciente.
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